El ortoptista se ocupa de la coordinación motriz de los ojos y de los trastornos relacionados, como diplopía (visión doble), paresias y parálisis musculares, así como de la rehabilitación funcional y motriz.
Los controles pediátricos precoces, antes de los cinco años de edad, son sumamente importantes para garantizar un correcto desarrollo del sistema visual y prevenir la instauración de la ambliopía, así como del estrabismo propiamente dicho.