Glaucoma
En el pasado el glaucoma se definía como un aumento de la presión intraocular superior a 20 mmHg, con trastornos de la microcirculación. Recientes estudios han demostrado que varios factores sistémicos son fundamentales para los daños glaucomatosos (problemas cardiovasculares, diabetes, etc.). En aproximadamente el 20 % de los casos, incluso antes del tratamiento contra el glaucoma, no se observan valores de presión superiores a 20 mmHg.
El diagnóstico ha mejorado significativamente gracias a exámenes realizados mediante escaneo láser de los nervios ópticos y exámenes computarizados del campo visual. Generalmente, la presión intraocular se mide mediante el aplanamiento de la córnea. El aplanamiento depende del espesor de la córnea. El espesor corneal se mide mediante la paquimetría.